
La Fábrica pagaba la “Raya” o salario semanal con dinero en efectivo y vales para la tienda; en ocasiones que según la empresa no tenía dinero entregaba vales de $4.50, $4.75, $5.20 y $5.50. Con lo cuál obligaban al trabajador a consumir en la tienda que era administrada por José Somellera, que se le recuerda como implacable opresor y abusador de los obreros.

El local se encuentra a un costado de la fábrica, hacia el sur, forma esquina frente al jardín del pueblo. El edificio sería ocupado una vez que se disolvió la hacienda por la escuela primaria, después por la escuela secundaria.
Actualmente es un edificio vacio y lamentablemente en deterioro, utilizado para eventos sociales y conocido como la Antigua Secundaria.